Las termitas experimentan una metamorfosis gradual durante su desarrollo, pasando por hasta siete estadios antes de convertirse en obreras, soldados, embajadores o reinas. En una colonia de termitas subterráneas, solo hay una reina, capaz de poner miles de huevos. Las castas reproductivas aladas dejan la colonia en ciertos momentos para formar nuevas, sin generar conflictos con otras colonias.
Estas termitas se alimentan de madera y derivados, y aunque no son nocturnas, rara vez se exponen a la luz. Su capacidad destructiva es considerable, pudiendo devastar estructuras de madera en poco tiempo.