Comenzamos con un detallado relevamiento de la situación para identificar las áreas afectadas y los factores que contribuyen al problema. Nuestro equipo técnico realiza un diagnóstico completo para entender la magnitud de la infestación y las condiciones específicas del entorno.
Luego, aplicamos un tratamiento adaptado a sus necesidades, utilizando diferentes técnicas para controlar las hormigas y prevenir su re instalación.
Aspersión: Aplicamos insecticidas líquidos en zonas de tránsito de las hormigas y en el exterior (desde donde ingresan habitualmente en procura de su alimento).
Espolvoreo: Usamos insecticidas en polvo en cámaras de electricidad, contadores de luz, toma corriente y otros lugares que no permiten líquidos.
Aplicación de geles/cebos: En placares y demás sectores, a los que ingresan buscando alimentos, se emplean cebos en formulación gel que las obreras llevarán hacia su nido, contaminando al resto de la colonia.
Tras el tratamiento, proporcionamos recomendaciones clave para mantener la situación bajo control.
Estas incluyen:
Con el seguimiento continuo y el cumplimiento de nuestras recomendaciones, garantizamos un ambiente libre de plagas y protegido a largo plazo.