El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es una estrategia integral que busca controlar plagas combinando varias técnicas y enfoques. Su objetivo es prevenir la aparición de plagas, monitorizar su presencia y aplicar métodos de control efectivos. Esto incluye la exclusión y prevención para evitar que las plagas entren, el uso de métodos mecánicos y biológicos cuando es posible, y el control químico como última opción. El MIP promueve la gestión sostenible al reducir el impacto ambiental y cumplir con las normativas de salud y seguridad.
Manejo Integrado de Plagas (M.I.P.): Estrategias y Medidas Clave
Exclusión y Prevención:
- Implementar barreras físicas como mallas en aberturas, ajuste de puertas y portones, y sellado de huecos en paredes y techos.
- Colocar rejillas en desagües y mantener puertas cerradas para evitar el ingreso de plagas.
Higiene y Ordenamiento:
- Establecer protocolos de higiene adecuados y manejar residuos y derrames de manera eficiente.
- Organizar el entorno, definir zonas de alta presión de plagas, y crear áreas de exclusión.
- Realizar auditorías y rechazar mercadería contaminada.
Capacitación y Comunicación:
- Educar sobre la importancia del M.I.P., exclusión, y manejo de residuos.
- Informar sobre los ciclos reproductivos y comportamientos de plagas como roedores, cucarachas, moscas y hormigas.
- Implementar correcciones en los procesos y definir cómo actuar ante la presencia de plagas.
Control Mecánico:
- Aplicar en áreas donde no se permite el uso de químicos, como zonas de manipulación de alimentos.
- Utilizar como complemento del control químico cuando no es 100% eficaz.
Control Químico:
- Se usa como última opción, realizado por personal capacitado.
- Aplicación de plaguicidas aprobados para reducir rápidamente la población de plagas, con medidas de precaución previas y posteriores.